PASTELES DE BODA
- Maria Estela de Bonilla
- 2 ago 2018
- 1 Min. de lectura
Hoy en día el pastel de bodas es una de las las partes más importantes de la boda, los extremos y sofisticados diseños que se crean hoy en día caracterizan de una forma implacable la globalización y mezcla de las culturas dándole a símbolos simples un giro para hacerlos más placenteros.
Viajemos al pasado, a la antigua Roma para ser más exactos. La tradición data desde entonces en donde el pastel era solo una tarta la cual se colocaba en la cabeza de la novia y se rompía sobre ella como un símbolo de fertilidad. Luego los invitados recogían las migajas del suelo ya que esto se pensaba, era de buena suerte.
Luego la tradición evoluciono en Inglaterra en el siglo XII. Los invitados eran los encargados de traer los pasteles los cuales se amontonaban y luego cubrían de azúcar glass. Esto representaba la generosidad, aprobación y apoyo de la comunidad hacia la pareja. Ellos procedían a besarse encima de ella y luego repartir pedazos a los invitados.
Hoy en día, el pastel se da de parte de los novios a los invitados, los que al aceptar una porción del mismo representan lo mismo que en el siglo XII: generosidad, aprobación y apoyo. Y aunque la estética del mismo ha variado desde los colores hasta los sabores sigue siendo un símbolo de abundancia en la boda.
El pastel, sigo siendo un símbolo importante y una de las estrellas de la boda.

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